De libros y rabietas

El último libro que ha llegado a mis manos ha sido «El cerebro del niño»

Ahora mismo puedo calificar este libro como mi libro preferido del momento.

Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson nos explican en su libro cómo conectar con el cerebro de nuestros retoños (o pequeños allegados), y lo hacen de una forma sencilla, hecho que contrasta de forma espectacular con la cantidad de evidencia científica que aportan y terminología técnica que utilizan.

Cuando este libro cayó en mis manos, la teoría la tenía clara: Respeto absoluto hacia los bebés/niños, sus necesidades,deseos,emociones… Carita tiene 2 años y, aunque ya había leído «Ni rabietas ni conflictos» de Rosa Jové, cuando observé los primeros indicios de rabietas inminentes comencé a buscar más información y aprendí varias cosas:

-Más vale prevenir que curar. Todas conocemos a nuestras criaturillas, por lo que nuestra alarmarabieta se enciende casi antes que la de ellos. Es importante saber qué cosas perturban a los niños para poder evitar rabietas y sufrimientos innecesarios (tanto para ellos como para nosotras). En el libro de Rosa Jové pone un ejemplo del tipo: si sabes que va a querer que le compres algo en el supermercado (colocado estratégicamente en la línea de cajas) y no vas a poder hacerlo, lo mejor es evitar que el niño lo vea. Es una buena estrategia,pero no soluciona el problema.

-Validar la emoción del niño. Creo que no hay emociones buenas ni malas. TODAS las emociones son adaptativas, sin la emoción del miedo muchas especies se abrían estinguido, sin el enfado y la tristeza no obtendríamos fuerza para superar obstáculos ni nos permitiríamos tiempo para afrontar daños. El enfado,la rabieta, no es una emoción mala y así hay que hacérselo saber al niño.

-Respetar. Respetar un deseo,una emoción o lo que quiera que la persona exprese, sea un adulto o niño el que lo haga, igual de respetable es una idea de un señor de 60 años que la de una niña de 2, no?

Vale,hasta aquí todo muy bien, todo muy fácil… mis pelotas va a ser que no.

Todo esto queda muy bien escrito, lo lees y piensas: Genial,en el próximo enfado lo hago!… Pero cuando llega la cuarta vez que validas la emoción y respetas, pero los gritos no cesan, empiezas a perder los papeles… Y los pierdes… Y te sientes fatal y te acuerdas de aquella maravillosa frase que viste en facebook:

pero esto como se hace??
foto extraída de pinfrases.com
Pero esto como se hace??

Creo, como ya he dicho, que enfadarse no es malo, es humano y todos lo hacemos.

Cuando una se enfada, grita y pierde las formas. Cuando no puedo evitar que esto me pase, pido perdón. Me agacho,miro a Carita y le pido perdón por mi comportamiento y le explico el por qué de mi enfado.Creo que así aprende que yo tambien soy humana, que yo tambien me enfado, que el enfado es normal y que cuando uno pierde las formas, se pide perdón. Además se frustrará menos al enfadarse porque lo vivirá como algo normal, que puede pasar y que no es malo y aprenderá a expresar su emoción y a hacer entender sus razones.

Soy partidaria de la crianza y educación sin violencia de ningún tipo. Siempre digo que no hablaré a Carita como no me gusta que me hablen a mi, la trataré con respeto, exactamente igual que trato al papatranquilo. Pero esto no quita que cometamos errores, que nos dejemos llevar por la frustración, enfado o cualquier otra emoción que desborde negativamente. 

Al final de lo que se trata es de saber gestionar la emoción, y se aprende cometiendo errores. Miro el lado bueno de mis errores cuando los cometo delante de Carita porque así ella también aprende a gestionar o a reparar el daño que inconscientemente podemos cometer en momentos de estrés.

Es un trabajo personal muy grande conseguir controlar el enfado, pero se puede hacer. Sirve delegar, sirve salir de la habitación cuando nos empiece a hervir la sangre y sirve,aunque esta opción es complicada, sonreír, porque al expresar facialmente una emoción mandamos señales a nuestro cerebro para que la sienta. O por lo menos a mi me sirve. Sirve saltar, o correr, así liberamos la energía que nos deborda, y con ella, el enfado. 

El libro del que hablaba al principio (no, no se me había olvidado) pone ejemplos concretos muy clarificadores sobre como actuar ante rabietas y emociones desconocidas  o desagradables para el niño. Y además proporciona pautas de actuación a nivel de trabajo personal para controlar la ira.

La primera parte del libro nos enseña a conectar con la parte más emocional del cerebro del niño a través de la comunicación no verbal y la expresión de emociones. Y, una vez conseguido esto, a razonar con el niño.

A nosotros nos sirve bastante y lo hacemos con Carita de la siguiente manera: Conectamos a nivel emocional con ella a través de la comunicación no verbal, a nosotros nos sirve mantener una postura y expresión facial relajada, no cruzar los brazos, movimientos suaves y lentos, no rígidos, y el contacto físico en forma de abrazo o caricias ( Carita lo permite, pero hay niños que muy enfadados no permiten el contacto), la acompañamos en su emoción de la manera que nos permite ya que hablar, comunicarnos de forma verbal, en estas circunstancias es complicado, casi imposible y, a veces, contraproducente. 

Cuando ha pasado esta fase de la rabieta, le explicamos lo que ha pasado. Como en nuestro caso Carita aún no se expresa del todo hablando, le ayudamos con preguntas y le explicamos la emoción que ha sentido para que aprenda a ponerle nombre y expresarla y normalizarla, empatizamos con ella y le ofrecemos alguna alternativa: Carita se ha enfadado porque no quería irse del parque? Contesta que si. Ya, me hubiese encantado que nos quedaramos jugando,pero es tarde. Te enfadas porque es más divertido el parque que quedarse en casa, lo entiendo. Mañana vamos al parque otra vez, vale? 

En niños que ya se comunican de forma eficaz la conversación la llevarán ellos y podrán explicar como se sienten. 

El libro nos habla sobre cómo diferenciar una rabieta racional de una irracional para saber cuando va a servir de algo nuestra intervención y proporciona ejemplos claros, lo que hace la lectura más sencilla, enriquecedora y práctica.

Recomiendo este libro al 100% a todos aquellos padres que quieran tratar las rabietas de sus hijos de forma respetuosa, sin castigos y sin violencia, poniendo límites cuando es necesario pero basandose en una relación de confianza y respeto mutuo entre padres-hijo.

Nos leemos!

De libros y rabietas

7 comentarios en “De libros y rabietas

  1. Enhorabuena por este post tan completo y tan educativo!!!

    A mi también me encantó este libro, estoy releyendolo en estos momentos.
    Me encanta sobretodo la parte en la que hablas de que nosotros también cometemos errores, y explicarles a los niños que nos ha pasado a nosotros les ayuda a ellos a aprender a gestionar.

    Cuantas veces hemos hablado tu y yo de estos temas y lo que nos queda eh? 😉

    Felicidades guapa!

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  2. Muy interesante. Yo dejo que se le pase, la abrazo y le pregunto para que explique el motivo. Pero que curioso es que a esta edad, rondando los 2 años todos los niños pasen por esta fase. Hablan también de motivos de las rabietas? Me apunto los libros, pero de comprar uno, cual me recomiendas? Gracias!

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    1. Muchas gracias! 🙂
      Yo creo q es que cuando rondan los dos años descubren su propio yo y que son capaces de comunicar deseos. En el libro no recuerdo que hablen de los motivos,pero te cuento lo que yo se: que se den cuenta que no pueden tener todo lo que quieren, que tengan hambre,sueño, cansancio y no sepan expresarlo o que necesiten independencia. Además yo creo q a esta edad entienden mucho más de lo que pueden expresar a nivel lingüistico por lo que se frustran muchísimo y viene la rabieta. Si quieres comprar un libro, sin duda yo elegiría «el cerebro del niño» porque es técnico pero pone muchos ejemplos y se entiende genial. 🙂
      Muchas gracias por leer y comentar! Un besito!

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